Si mañana viernes, al salir del museo nos lloviese, se cambiaría el lugar del monte Chans por el pabellón de Beluso, donde podríamos comer resguardados y realizar juegos cooperativos. Eso si nos perderíamos el paisaje de costa y montaña.
ESPEREMOS QUE LA LLUVIA NO NOS ESTROPEE LO ORGANIZADO.